martes, 4 de octubre de 2011

EMFERMEDADES A CAUSA DE LA RADIACION( TERREMOTO JAPON)



Enfermedad por radiación
Enfermedad causada por la exposición del organismo o de una parte de éste a dosis 
altas de radiación ionizante (radiación que altera los átomos sobre los que incide).                                                                         


Los síntomas aparecen por lo general debido a la exposición intensa a una radiación externa,                                                             como la producida por los rayos X o los rayos gamma, pero también pueden originarse                                                                           por la absorción interna de materiales radiactivos (como el radiocesio) o por ambas causas.
La enfermedad por radiación se caracteriza por una sensación súbita 
de anorexia (pérdida de apetito) o náuseas a las que sigue, en un periodo de
tiempo corto, vómitos y, en ocasiones, diarrea. La enfermedad progresa apareciendo 
síntomas por lesiones más graves debido a la afectación de otros tejidos, como la médula
ósea, que provoca una disminución progresiva del número de células sanguíneas, lo que
conduce a un aumento de la susceptibilidad del organismo a las infecciones. Las dosis elevadas
de radiación pueden producir también esterilidad permanente como consecuencia de la lesión 
de los órganos reproductores, lesiones graves en otros órganos, e incluso la muerte con
o sin tratamiento médico. También pueden existir otros síntomas dependiendo de la dosis,
de la frecuencia de exposición, y del área del organismo sometida a la radiación.
Éstos pueden consistir, a corto plazo, en caída del cabello, quemaduras cutáneas o
hemorragias, y, a largo plazo, en un aumento del riesgo de desarrollar cáncer.

Consecuencias de la acción de una radiación ionizante sobre los tejidos de los organismos vivos.
La radiación transfiere energía a las moléculas de las células de estos tejidos. 
Como resultado de esta interacción las funciones de las células pueden deteriorarse
de forma temporal o permanente y ocasionar incluso la muerte de las mismas.
La gravedad de la lesión depende del tipo de radiación, de la dosis absorbida,
de la velocidad de absorción y de la sensibilidad del tejido frente a la radiación.
Los efectos de la radiación son los mismos, tanto si ésta procede del exterior,
como si procede de un material radiactivo situado en el interior del cuerpo.
Los efectos biológicos de una misma dosis de radiación varían de forma considerable
según el tiempo de exposición. Los efectos que aparecen tras una irradiación rápida se
deben a la muerte de las células y pueden hacerse visibles pasadas horas, días o semanas.
Una exposición prolongada se tolera mejor y es más fácil de reparar, aunque la
dosis radiactiva sea elevada. No obstante, si la cantidad es suficiente para causar trastornos
graves, la recuperación será lenta e incluso imposible. La irradiación en pequeña cantidad,
aunque no mate a las células, puede producir alteraciones a largo plazo.


Trastornos graves
Dosis altas de radiación sobre todo el cuerpo, producen lesiones características.
La radiación absorbida se mide en grays (1 gray equivale a 1 julio de energía
absorbido por kilogramo de material; su símbolo es Gy). Una cantidad de
radiación superior a 40 Gy produce un deterioro severo en el sistema vascular humano,
que desemboca en edema cerebral, trastornos neurológicos y coma profundo.
 El individuo muere en las 48 horas siguientes. Cuando el organismo absorbe entre
10 y 40 Gy de radiación, los trastornos v
asculares son menos serios, pero se produce la pérdida de fluidos y electrolitos
que pasan a los espacios intercelulares y al tracto gastrointestinal.
El individuo muere en los diez días siguientes a consecuencia del desequilibrio osmótico,
del deterioro de la médula ósea y de la infección terminal. Si la cantidad absorbida
oscila entre 1,5 y 10 Gy, se destruye la médula ósea provocando infección y hemorragia.
La persona puede morir cuatro o cinco semanas después de la exposición.
Los efectos de estas radiaciones poco intensas, son los que pueden tratarse
de forma eficaz. La mitad de las personas que han recibido una radiación
de 3 a 3,25 Gy y que no hayan recibido tratamiento, pierden la médula ósea.
La irradiación de zonas concretas del cuerpo (radiaciones accidentales)
produce daños locales en los tejidos. Se lesionan los vasos sanguíneos de
 las zonas expuestas alterando las funciones de los órganos.
Cantidades más elevadas, desembocan en necrosis (zonas de tejido muerto) y gangrena.
No es probable que una irradiación interna, cause trastornos graves sino más bien algunos
 fenómenos retardados, que dependerán del órgano en cuestión y de su vida media,
de las características de la radiación y del comportamiento bioquímico
de la fuente de radiación. El tejido irradiado puede degenerar o destruirse
e incluso desarrollar un cáncer.http://html.rincondelvago.com/enfermedades-ocasionadas-por-la-radiacion.html

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